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¿Cómo afecta la industria 4.0 a nuestras cadenas de suministro y especialmente a la intralogística de nuestros almacenes?

En un mercado cada vez más globalizado, con un constante aumento de la oferta de productos a nuestro alcance, los ciclos de vida de dichos productos se van reduciendo progresivamente y al mismo tiempo su demanda se vuelve más y más difícil de prever.

Como consumidores, nos hemos convertido en clientes hiperconectados pudiendo informarnos en todo momento de los bienes que queremos adquirir, a través de nuestras tablets o smartphones, para posteriormente comprarlos, recibirlos de forma cada vez más inmediata y compartir nuestra experiencia con otros usuarios potenciales. Es indudable que esto ha supuesto que los modelos de negocio basados en el long tail cada vez sean más numerosos.

Es aquí donde entra en juego la cuarta revolución industrial, que supondrá (y de hecho ya empieza a suponer de manera muy incipiente) una nueva fase en la evolución de los procesos industriales que permitirá flexibilizarlos para superar el reto de atender estos nuevos hábitos de consumo. El pilar fundamental en el que se apoya esta transformación es el Internet de las Cosas (IoT), o la tendencia a interconectar todos los objetos que participan en un proceso.

¿Cómo afecta esto a nuestras cadenas de suministro y especialmente a la intralogística de nuestros almacenes?

Indudablemente, una mayor oferta de productos con un ciclo de vida cada vez más corto, se está traduciendo ya en almacenes donde el número de referencias a gestionar está aumentando de manera imparable.

Por otro lado, mientras muchas empresas han conseguido centralizar almacenes y reducir stocks mediante técnicas de reingeniería de la distribución, ahora se ven en la situación de atomizar nuevamente sus almacenes para cumplir con niveles de servicio cada vez más exigentes.

¿Cómo conseguimos que nuestros almacenes superen estos retos y además sigan siendo eficientes?

El primer paso es llevar esa hiperconectividad a nuestro propio almacén. Es una realidad hoy en día que varios almacenes en distintas regiones geográficas puedan funcionar como uno solo, aumentando el número de referencias global del catálogo, sin necesitar forzosamente multiplicar la inversión en los stocks.

Esto se consigue con la inter-conexión en tiempo real, por lo que se puede ofrecer al cliente cualquier producto, con un plazo de entrega exacto, independientemente del almacén en que se encuentre. El IoT hará posible que todos los actores de los almacenes (carretillas, sistemas de transporte, mercancías…) estén conectados entre sí para aumentar la flexibilidad y maximizar la productividad de los procesos. En definitiva, aumentar nuestra capacidad de respuesta ante las variaciones en la demanda de nuestros clientes.

Imaginemos por un momento que deseamos cambiar de ubicación una paleta del almacén. En la actualidad, el SGA dirá al operario qué paleta y en qué ubicación está. Una vez allí el operario la identificará y validará que es la paleta buscada. Cuando haya realizado el traslado, deberá verificar nuevamente que la ubicación nueva es la que el SGA le indica. Todas esas verificaciones llevan su tiempo pero, además de evitar errores, permiten sincronizar el SGA con lo que realmente está pasando.

Ahora imaginemos que esto mismo ocurre en un almacén hiperconectado aunque siga siendo operado de manera manual. El sistema puede indicar visualmente al operario hacia donde debe dirigirse. Si se coloca frente a una ubicación errónea, la carretilla indicará al SGA la ubicación exacta, por lo que no sólo se evita el error, sino que se dispone de información veraz en tiempo real.

De manera análoga, el sistema indica al operario qué movimientos hacer en cada momento para llevar la paleta a destino e impide los errores en tiempo real sin necesidad de verificaciones. Además, si las carretillas van registrando sus recorridos, esa información puede servir para hacer un análisis del tráfico real para proponer mejoras en los recorridos que realizan los operarios.

Para conseguir todo esto será fundamental el desarrollo de los sistemas de gestión de almacén en paralelo a la implantación de nuevos sistemas de identificación de mercancías (en la actualidad la implantación del RFID es aún escasa), sistemas de identificación del entorno para el guiado de los vehículos por el almacén, así como sistemas de realidad aumentada que permitan a nuestros operarios recibir y enviar información en tiempo real sin esperas y sin posibilidad de error.

¿Y el sector de la estantería qué puede aportar al Almacén 4.0?

En AR Racking pensamos en un escenario futuro en que las instalaciones se revisen ellas solas (por ejemplo, mediante drones) avisando en tiempo real para gestionar las reparaciones, mejorando así la seguridad y los tiempos de respuesta. El SGA también puede aportar inteligencia a la estantería detectando sobrecargas en las ubicaciones sin necesidad de recurrir a costosos algoritmos de cálculo cuya reparametrización es muy tediosa.

GUILLERMO SAN ROMÁN es Delegado Comercial de la Zona Centro de AR Racking y ponente en el Curso ALMACENES 4.0.

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