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El pasado Viernes 17 de Junio de 2022, INDUING organizó la Sesión con Expertos: “IMPACTO DE LAS MATERIAS PRIMAS EN LA ALIMENTACIÓN” en la que participaron:

• Julián Redondo Martínez, Gerente de ICPOR
• Héctor Fidel Martínez Lozano, Director de Logistica de AGRONUAL
• Ivan Alvarez Bajo, Director de ASEGRAIN
• José Gutiérrez Fernández, Analyst at S&P Global Commodity Insights
  

Los ponentes afirmaron que entramos en una nueva era y hemos de estar atentos a los cambios y saber adaptarnos. Se nos acabó la estabilidad, la falsa abundancia por materias primas a precios por debajo de su coste.

Se ha mantenido la estabilidad del mercado agrícola en Europa y Estados Unidos protegido por ayudas económicas y normativas más exigentes sobre plaguicidas y transgénicos frenando así las importaciones mientras que China aceptaba las producciones de cereales de África y América Latina.

La inflación ya venía avisando desde que estalló el COVID y el colapso generado por el sector marítimo. Con la guerra de Ucrania se ha acelerado el riesgo de desabastecimiento impensable en las economías de países desarrollados.

En el sector porcino los piensos suponen el 70% del coste de cría del animal y su coste de producción ha subido un 50% sin que haya repercutido aún en el consumidor final por la competencia entre las grandes superficies. Estas pérdidas han sido absorbidas por los eslabones intermedios, ganaderos, mataderos, salas de despiece. La sociedad no es consciente aun de este esfuerzo que tendrá consecuencias.

Se prevé que cambien las políticas agrícolas europeas para reducir la dependencia en el aprovisionamiento de cereal y la especulación financiera internacional. La pregunta es si volveremos a recaer en el cortoplacismo o se hará con una visión de largo plazo.
Importamos productos agrícolas entre un 30-50% de los que consumimos mientras recibimos subvenciones de Europa por no cultivar las tierras como moneda de cambio frente a nuestros competidores franceses o se imponen regulaciones por un ecologismo inexplicable para un agricultor.

Las subidas de precios se están trasladando en un mercado spot con un suministro más fraccionado, pero sin negociaciones a largo plazo con lo que los precios seguirán subiendo. Además se incurre en mayor gasto en financiación que retrae inversiones y afectara al suministro de próximos años.

Si suben los precios de los productos básicos cosa que hasta ahora solo había sucedido en países en vías de desarrollo, repercutirá en la calidad y supondrá un mayor porcentaje del coste de vida para las familias.

El sector agrícola y ganadero avisa es necesario trabajar a sus precios reales. Máxime cuando inestabilidad propia de la meteorología, la escasa inversión en desarrollos de productividad agrícola, la reducción de suelo de cultivo por políticas comunitarias y los precios de los fertilizantes hace que no se prevean futuras bajadas de precios en los costes de producción y de materias primas agrícolas.

Las cadenas logísticas internacionales han prescindido de una infraestructura en almacenes de producto fresco porque el propio servicio logístico en tránsito mantenía los stocks en los propios camiones y barcos.

La inflación ha afectado a muchos negocios y se rompe el equilibrio de los tráficos respecto a los retornos de equipos vacíos de camiones y contenedores para cargar en el siguiente cliente, lo que encarece el coste logístico en productos con menor valor por kilo respecto a mercancía manufacturada.

Una llamada de atención a la autosuficiencia de producción nacional, que nunca será completa, pero que siempre tendrá un coste integral menor con un suministro dosificado y sin la exposición al riesgo frente a importar grandes partidas y la incertidumbre de ser dependientes.

Se menciona la necesidad de un cambio de mentalidad en el sector agrario español con mayor perfil empresarial y saber encontrar mercados en el exterior para no depender tanto de los precios nacionales y del corto plazo.